Siempre me he preguntado hasta que punto una persona que hace algo malo, algo que en sus principios esta tachado, puede sentirse bien anímicamente y espiritualmente?
Porque nos martiriza la conciencia, esa voz interior maldita que no nos deja tranquilos con alguna cosa que hicimos a otra persona. No descansamos ni un momento de esa maldita voz. persiste y persiste hasta que llega un momento en que o explotamos o se va apagando esa voz con el tiempo. Pero también cuando recordamos a esa persona que le hicimos daño vuelve a renacer ese sentimiento de culpabilidad y empieza de nuevo esa voz a machacarnos el cerebro.
Estas situaciones, es decir el que la conciencia nos perturbe, puede arruinar las relaciones con las personas, ya sean amicales o sentimentales, termina por desaparecer todo vinculo de relación. Es más, nosotros mismos hacemos desaparecer las relaciones para que no caigamos en la maldita refregada de la conciencia. Varias veces me he preguntado si el clamor de esta conciencia la matamos con el perdón de la otra parte afectada. No creo que el solo hecho de sentirse arrepentido de algo malo que uno hizo pueda hacer que la conciencia no nos perturbe.
La conciencia es como ese policía que nos guía dentro de nosotros para dirigirnos y no hagamos daño al resto del mundo. Pero hay veces que ese policía no reacciona como es debido ante muchas situaciones. He ahí el problema, no sabemos si ese policía ha sido corrompido para alimentar a las cosas malas que la conciencia deja que hagamos.
Porque nos martiriza la conciencia, esa voz interior maldita que no nos deja tranquilos con alguna cosa que hicimos a otra persona. No descansamos ni un momento de esa maldita voz. persiste y persiste hasta que llega un momento en que o explotamos o se va apagando esa voz con el tiempo. Pero también cuando recordamos a esa persona que le hicimos daño vuelve a renacer ese sentimiento de culpabilidad y empieza de nuevo esa voz a machacarnos el cerebro.
Estas situaciones, es decir el que la conciencia nos perturbe, puede arruinar las relaciones con las personas, ya sean amicales o sentimentales, termina por desaparecer todo vinculo de relación. Es más, nosotros mismos hacemos desaparecer las relaciones para que no caigamos en la maldita refregada de la conciencia. Varias veces me he preguntado si el clamor de esta conciencia la matamos con el perdón de la otra parte afectada. No creo que el solo hecho de sentirse arrepentido de algo malo que uno hizo pueda hacer que la conciencia no nos perturbe.
La conciencia es como ese policía que nos guía dentro de nosotros para dirigirnos y no hagamos daño al resto del mundo. Pero hay veces que ese policía no reacciona como es debido ante muchas situaciones. He ahí el problema, no sabemos si ese policía ha sido corrompido para alimentar a las cosas malas que la conciencia deja que hagamos.
2 comentarios :
Tienes razón cuando hablas del perdón, es importante si tienes la posibilidad de enfrentar esa persona que heristes decirle que lo sientes, estás arrepentido, etc y recibir su perdón o si no es así sentir que has hecho el esfuerzo de enfrentarlo y reconocer ese acto.
Hola Simon ,que paso solo visitaste las Ramblas ....
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