Cuando estudiaba en la universidad habían chicas de todo tipo, en especial aquellas que eran creidas, petulantes y demás adjetivos calificativos que ellas mismas se hacían poner por su comportamiento. Eran insoportables. Uno las miraba y como si no existíera uno, ni siquiera saludaban.
Así transcurrió toda mi etapa de universidad, cinco años, en los que algunos lo aprovechamos y encontramos nuestra vocación y algunos ni siquiera la encuentran.
Pasan los años, y uno esta varios años trabajando en lo que estudió, varios años que no ves a esa gente de la universidad que no les importabas nada y eran demasido creidas.
Y en una comisión de un candidato presidencial, te encuentras a ese tipo de persona, cubriendo la noticia. Esta persona, te ve y te saluda como si hubieran sido patazas toda la época universitaria, como si fueras su gran amigo de toda la vida. Te extraña su comportamiento, pues sabes que recién esta persona esta trabajando en lo mismo que uno trabaja, cosa que uno ya lleva varios años haciendolo. Te pones a pensar porqué cambió su forma de comportarse, y solamente das con una solución, que ahora le caes bien y eres su pataza para ayudarla en su trabajo.
las vueltas que da el mundo, ahora me caes bien porque me puedes ayudar, antes me caías mal porque no necesita de tu ayuda.
2 comentarios :
Uno: Ella recièn.
Dos: Tu aquì y ella, bueno, pues en eso de allà.
mira gordito has esrito con toda tu rabia guardada a lo largo de los años ya te desahogaste?
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