Salimos de Lima con rumbo a la reserva Nacional de Paracas, un lugar donde hay solamente kilómetros de desierto por donde mires, bueno también tiene algo peor, que tiene mar por el lado oeste y desierto por el este.
Es un viaje de trabajo para grabar una secuencia de una obra teatral. Nos vamos a quedar cuatro días, entonces tomé mis precausiones para llevar mi dosis de cigarros para todo el viaje. unas cuatro cajetillas de cigarros, digamos que una por día, y además estando en pleno desierto, se te quitan bastante las ganas de fumar por el calor.
Lo que uno no provee, es que de todo el grupo que vamos, como unas 10 personas, eres el único que lleva cigarros, entonces te ven fumando y les provoca a ellos también. No tienes mas remedio que invitarles.
Así transcurrieron dos días, en donde en las noches, después de trabajar, todo el equipo de producción se relajaba tomando unos traguitos de ron con Coca Cola, y claro está que fumando como chino en quiebra.
Entonces llegó el día en que me tocó quedarme solo a cargo del campamento mientras todos los demás iban a grabar algunas secuencias. Era algo absurdo, pues en Paracas solamente hay viento y arena. Después de varias horas en dónde la única distracción era cuidar el campamento para que no se lo llevara el viento, y ver el oleaje del mar, se acabaron los benditos cigarros!!!
Bueno, llegó el momento de tomar la desición de ir en busca de cigarros. Entonces descidí dejar el campamento a solas, pues no hay nadie en el desierto más que el equipo de producción y yo.
Entonces decidí ir en busca de cigarros, no me importaba que marcas hubieran con tal que satisfacieran mis ansias de nicotina!!!
El campamento se encontraba en la playa La Mina, y si uno conoce Paracas, sabe que en la playa Lagunilla hay un restaurante con una chingana. El único problema es que están a cuatro kilómetros de distancia.
Emprendí el maravilloso viaje en busca de los dichosos cigarros. empecé a caminar, bajo el sol del medio día, en pleno desierto, a 35 grados de calor. Caminé y caminé sin parar mas o menos un par de horas. Si pues, caminar en arena, o mejor dicho en tierra muerta no es como caminar sobre pavimento en el que vas rápido y con paso seguro.
Al fin llegué al restaurante, y me encaminé directo al mostrador para comprar cigarros. Caminado me dí con la sorpresa de encontrar a todo el equipo de producción comiendo en el restaurante refrescandose con unas chelas!!! solamente atiné a seguir en busca de los maravillosos cigarros.
Llegue al mostrador y le pedí dos cajetillas de cigarros, la señora me dijo que solamente tenía Premier!!! son muy fuertes y con un leve sabor a guano!!! Caballero no más, no había otra cosa, así que a fumar mierda durante lo que queda del viaje. Luego de encender un cigarro me reuní con el resto de la producción a tomarme una chelita heladita!!!
Ya de regreso en el campamento, en la camioneta de la producción, me dí con la sorpresa que el viento se había llevado las carpas que protegían el equipo de producción, estaban hechas una bola a unos metros.
3 comentarios :
Què ratas pa dejarte cuidando el campamento. Ya trenemos lornita para cuidar la antena, jeje.
jajaja!!! si pes el soplòn!!!
Shhh, cállate que nos echa.
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