El Humo Maldito

Te llama, te engaña, te inspira, te satisface, te calma y también por no decir que te calienta porque es un mito nunca antes probado, te enfría pues te baja la presión sanguínea. La gente le corre, le desespera, es como un pedo, dicen los españoles, pues le satisface al que lo hace pero le jode al que está al lado!!!. El que lo hace esta convencido que es un suicidio inconsciente. El maldito y adorado Cigarro. Quienes lo fumamos, en verdad no sabemos porque lo hacemos, simplemente lo hacemos, sin que nos importe quien esté al lado, si tenemos que hacerlo, se hace nada más. El bendito culpable de esas tantas quemadas de dedos, de olores desesperantes, de llemas amarillentas y de ansiedad por una pitada de un pucho, fallo, cigarrito, pitillo o como quieran llamarlo. La solución es simple, darle una aspirada que te llena de humo los pulmones y te hace creer que te satisface... en ocasiones tan desesperadamente obsesionado que no basta con una sola, y sigues y sigues y no tienes cuando acabar. La solución es exterminarlo de una vez por todas, sin dejar rastro alguno para que no vuelva a brotar y sea demasiado tarde. Lo difícil está en arrancarlo de raíz!!!